REFLEXIONES SOBRE LA MÚSICA CLÁSICA Y LA EDUCACIÓN MUSICAL EN ESPAÑA (parte 2) - Los músicos lo tenemos claro

Este post da continuidad a la primera parte publicada anteriormente sobre Mercedes Cebrián y su libro, Cocido y violonchelo, en el que analiza la situación de la música clásica, afirmando que la percepción que se tiene de ella es de ser excluyente, por los tecnicismos que contiene, y elitista, por el elevado coste que supone estudiar un instrumento o acceder a los auditorios. Pero en verdad hay conciertos sinfónicos con precios menores que los de las estrellas del pop, y aunque realmente se requiere formación para entender la música, cualquiera puede escucharla. Lo que sucede actualmente, señala ella, es que no es popular aguantar callado, escuchando con atención más de diez minutos. Y es que, para apreciar la música clásica también se requiere cierto esfuerzo y paciencia. Es por ello que se busca con empeño la fórmula que acerque este tipo de música al público mayoritario. Tal vez en otro momento comente algunas de las ideas que se han llevado a cabo con tal fin, porque esto se ha convertido en el Santo Grial de la música clásica en los últimos años.

También la autora hace una valoración de la educación musical en España donde, según dice, no hay una fuerte tradición de aprendizaje musical en comparación con otros países cercanos. Afirma que la educación musical que se recibe en los colegios no sirve de mucho y que la música es ideal para iniciarse en el trabajo en equipo. Estoy convencido de que su experiencia en el canto coral la ha llevado a esa conclusión. El coro es la actividad musical perfecta para un centro escolar, por todo lo que aporta en sí mismo y por ser una herramienta estupenda en la transversalidad curricular, al facilitar la relación entre los contenidos de las diferentes materias. Además, el canto coral es sin duda la actividad musical más barata, ya que todos contamos con el instrumento necesario: nuestra voz. El coro es una actividad inclusiva e integradora, y en absoluto elitista.

Todo esto de lo que Mercedes Cebrián habla en su libro, y en las recientes entrevistas que ha concedido, son cuestiones recurrentes en las conversaciones de muchos músicos en España. Ahora bien, quiero contaros como curiosidad que el 30 de diciembre del año pasado - esto es, con dos semanas de antelación a la publicación del libro Cocido y violonchelo - aparecía en 20minutos.es una entrevista al Cuarteto Quiroga, que contiene en muchos aspectos una coincidencia que llama la atención. Vamos a ver si os sorprende la similitud de ambos discursos tanto como a mí.

El grupo instrumental dice en su entrevista que "a nivel cultural, ahora mismo solo se está dando a los jóvenes espaguetis. Que estarán muy buenos, pero hay muchos otros alimentos". Ya lo veis: recurriendo ellos también a la comida para hablar de cultura; para hablar de música.

Otras de sus afirmaciones fueron: la enseñanza de la música clásica "es una asignatura pendiente que ha ido a peor desde que se hizo desaparecer de la enseñanza musical en primaria y secundaria".

"No darle a la música la importancia que merece, empobrece el país".

"La música tiene que estar presente en todos los tramos de la educación general y tiene que estimularse el ser partícipe de ella, ya sea cantando, bailando, descubriendo las tradiciones propias de cada región o tocando algún instrumento".

"También es importante cómo se imparte; que se tome en serio; que no la dé un profesor que esté libre esa hora".

"No se pueden crear nuevos públicos si no se ha escuchando desde pequeños música clásica". En esta afirmación quiero detenerme un momento, para contaros que cuando estudié tercero y cuarto de primaria tuve un profesor, que nos ponía música clásica de fondo, en clase, mientras realizábamos tareas de cualquier asignatura. Tenía varias cintas casete con algunos de los clásicos más populares, y puedo decir que gracias a él comencé a descubrir la música clásica. Tanto me gustaron aquellas obras que nos ponía, con 8 y 9 años, que le pedí que me prestase algunas de esas cintas para escucharlas en mi casa. No puso ningún reparo en ello y pude irme llevando, de una en una, las que más me interesaron. Como ya he comentado antes en palabras de Cebrián, qué importante es tener buenos profesores, como lo fue para mí Don Raúl.

Volviendo a la entrevista del Cuarteto Quiroga, también afirman que "en la sociedad actual, la música clásica no tiene una buena etiqueta. Se le tiene demasiado respeto, o se cree que es aburrida o difícil.

Este grupo también sostiene que "aunque se diga que la música clásica es elitista hay conciertos por menos de diez euros. Hay musicales que tienen precios más elevados que la ópera o pubs que por ver un grupo en directo con consumición, te cuesta bastante más que cualquier concierto de música clásica".

Las coincidencias con las ideas de Cebrián son evidentes, ¿no os ha parecido? Y es que los músicos tenemos estas cuestiones bastante claras, es habitual que hablemos entre nosotros de todo ello, como indicaba antes, y por lo general solemos estar bastante de acuerdo.

Y tú, ¿qué opinas? ¡Anímate y déjame un comentario! Me gustará leerte y te responderé encantado.


2 comentarios:

  1. hola soy compositora tengo obras corales para compartir en especial dos que deseo sean interpretadas.saludos.

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    1. ¡Muchas gracias por contactarme Liz! Ya veo que me ha escrito también por privado. Seguimos hablando por ahí. Saludos

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